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9 Mitos sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)

niño en skate

9 Mitos sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)

Seguro que estas harto de escuchar algunas frases referentes al Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) que pueden sonarte a verdad pero que en realidad no son más que desinformación. Lo que ocurre es que se han repetido tantas veces durante tanto tiempo, que para algunos de nosotros parece que fueran una realidad.

Por eso mismo, a continuación te listo algunas de las frases más comunes y que no son ciertas, para que la próxima vez que las escuches seas crítico y no te las tragues como si nada.

Índice de Contenidos

“Mi hijo no tiene déficit de atención porque puede estar horas jugando a videojuegos”

Como cualquier persona, los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad pueden estar mucho tiempo haciendo una determinada actividad siempre y cuando esta sea realmente motivadora.

Gameboy

El problema viene cuando se trata de una tarea monótona y aburrida. Aquí es cuando el chico con TDAH deja de prestar atención mucho antes que cualquiera que no tenga esta dificultad ya que el resto poseemos un poco más de perseverancia.

No es que el resto de nosotros tengamos mucha mayor capacidad para focalizarnos y mantenernos atentos pero esa pequeña diferencia obra milagros. Y es la diferencia entre acabar los deberes para casa en 1 hora teniendo el resto de la tarde libre y llevarte las tareas para el postre después de cenar.

“El TDAH no existe, es una invención de las empresas farmacéuticas.»

No son pocos los especialistas que están de acuerdo en que el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad no existe. Se amparan en que el trastorno no posee un diagnóstico clínico, es decir no puede ser detectado mediante la utilización de pruebas neurofuncionales. Pero la bipolaridad, la depresión o la esquizofrenia tampoco poseen marcadores biológicos que permitan un diagnóstico diferencial ¿Alguien duda de la existencia de estos trastornos?

hombre tumbado en divan en consulta de psicologiaEs normal que los niños sean inquietos, se muevan y se impacienten. Lo raro sería que acatasen las normas y nos obedecieran sin rechistar. Pero en ocasiones, dichos síntomas trastornan la vida del chico. La clave está en el sufrimiento del niño. Y cuando esto ocurre; cuando existen unas repercusiones a nivel social o académico, debemos atenderlas y tratarlas a fin de mejorar el bienestar de nuestros hijos.

Al fin y al cabo, etiquetar o ponerle nombre al trastorno es lo de menos. Y si el tratamiento funciona como ha demostrado que funciona y proporciona una mejoría en la calidad de vida de nuestros niños y un futuro con oportunidades, debatir si existe o no el trastorno es irrelevante, ¿no te parece?

“El TDAH desaparece en la adolescencia”

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad no se cura porque no es una enfermedad. El TDAH es un síndrome crónico que persiste en la edad adulta y durante toda la vida. Lo que ocurre es que la sintomatología va cambiando en función de edad de la persona que la padece y de cómo esta, ha aprendido a lidiar y manejarse con ella.

Adulto ocupadoA partir de la adolescencia, los síntomas son más cognitivos y menos hiperactivos, a diferencia de la etapa de infantil y primaria. Un niño con TDAH será un adulto con TDAH. Lo que ocurre es que dado que es un trastorno del neurodesarrollo, cuando el cerebro alcanza su maduración muchos de los síntomas menguan y se hacen más manejables.

Esta es la razón por la que muchos niños que han tenido dificultades académicos durante su etapa primaria y secundaria, cuando llegan a la universidad no tienen prácticamente ningún problema.

Para que te hagas una idea, cerca del 60% de los casos diagnosticados remiten durante la etapa adulta, lo que no quiere decir que dejen de padecer ciertas dificultades en el ámbito organizativo, de atención, etc.

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es como la miopía, no se cura, se trata poniéndote gafas o lentillas. De hecho, te sorprendería la cantidad de adultos con TDAH que actualmente están sin diagnosticar porque simplemente hace unos años se los catalogaba como niños un poco más revoltosos que los demás.

“Los niños con TDAH presentan problemas de conducta”

En torno a un 60-70% de los pacientes con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad presentan un trastorno añadido, mientras que un 40-50%  tienen dos o más. El trastorno asociado que más problemas de conducta ocasiona es el Trastorno Negativista Desafiante que suele manifestarse sobre todo en varones caracterizados por retar constantemente a las figuras de autoridad (padres, maestros, etc.).

Sin embargo, estas cifras tan elevadas se dan cuando el TDAH no es tratado de manera temprana. En cambio, si la detección y la intervención son precoces, los porcentajes son mucho más bajos. Es decir, no todos los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad tienen problemas de conducta.

“La medicación del TDAH hace a los niños adictos de por vida”

En ocasiones, es necesario utilizar ciertos fármacos en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. En cualquier caso, la medicación es una medida puntual para amortiguar los síntomas.niño tomando pastillas

Eso sí, los padres deben tener en cuenta que aunque es un tratamiento puntual, no se trata de una gripe en la que se les administra una medicación durante pocos días. El tratamiento del TDAH es un tratamiento de larga duración.

De cualquier manera, solamente un porcentaje muy bajo de niños, que está en torno al 10-15% , necesita tratamiento farmacológico de por vida.

Además, dentro de este grupo se encuentran niños que además de TDAH tienen otros trastornos asociados como el Trastorno Negativista Desafiante. Lo más habitual es un tratamiento farmacológico largo pero no de por vida.

Es falso que el metilfenidato, (comercializado como Rubifén®, Concerta® Medikinet® o Ritalín®)  uno de los fármacos más empleados en España para el tratamiento del TDAH, produzca adicción.

Aunque es un psicoestimulante semejante a la anfetamina, su uso adecuado y bajo supervisión no crea niños adictos. Es más, según varios estudios, el metilfenidato parece reducir el riesgo del abuso de drogas.

Por otro lado, también tengo que decirte que durante este año pasado la OMS ha retirado su apoyo al metilfenidato como medicamento esencial para el tratamiento del TDAH. Parecen tener serias dudas tanto de los beneficios producidos así como de ciertas complicaciones graves derivadas de su uso a medio y largo plazo.

“El TDAH es consecuencia de una disciplina deficiente sin normas ni limites.»

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo que posee un claro componente genético. Por lo tanto, el niño con TDAH nace, no se hace. No es producto de padres sobreprotectores ni de una disciplina excesivamente permisiva. Basta ya de culpabilizar a los padres.

“Todos los niños con TDAH son hiperactivos, inquietos y desafiantes”

El tipo de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad más frecuente no es el combinado que correspondería con el TDAH clásico que todos tenemos en mente, sino el inatento.

grafico tdah circulosLo que ocurre es que el subtipo combinado con hiperactividad, suele acudir más a consulta, porque este conlleva problemas de comportamiento, mientras que el inatento es más difícil de detectar y pasa más desapercibido, ya que suelen ser niñas que se despistan, pero que son muy trabajadoras y se esfuerzan en los estudios. De hecho, el subtipo inatento es casi dos veces más frecuente que la presentación combinada.

“Basta solo con medicación”

La medicación no es la solución mágica para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. De hecho, si bien es cierto que la medicación mejora algunas de las funciones ejecutivas como la memoria de trabajo visoespacial y la frustración que les provoca esperar un determinado premio, no produce una mejoría significativa de la capacidad de organización y la planificación, por ejemplo.

Los fármacos pueden mejorar el rendimiento académico y social del niño pero NUNCA deben sustituir a las medidas pedagógicas y educativas.

“Cada vez hay más niños con TDAH”

Es cierto que hay más niños diagnosticados de TDAH pero no hay más niños con TDAH. Por tanto, lo que estamos haciendo es sobrediagnosticando. Lo que si vamos a tener, es más niños con expresiones parecidas al Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.

padre hecha a hijo de casa

La función ejecutiva, que es la afectada por el TDAH es tremendamente sensible al entrenamiento, es decir puede ejercitarse y mejorarse si la entrenamos a diario. Lo que está ocurriendo ahora, es que tenemos un escenario social en el que estas funciones no están siendo entrenadas como se hacía antes.

Para que te hagas una idea, antes los niños jugaban sobre todo a juegos de mesa como el parchís, el ajedrez o simplemente juegos de calle como al escondite, las atrapadas, etc. Todos estos juegos entrenaban la función ejecutiva porque por ejemplo si te atrapaban tenías que esperar para volver a jugar, debías manejar tu frustración y tu atención debía estar focalizada.

Ahora, con los videojuegos por ejemplo, las esperas terminaron; simplemente reinicias partida y se acabó. Ya estas dentro otra vez. No se entrena ningún aspecto fundamental de la función ejecutiva, todo lo contrario; se fomenta y exacerba la impaciencia y la gratificación inmediata.

Por otro lado, las nuevas disciplinas educativas basadas en no decirle NO al niño, lo que se conoce como crianza positiva, promulgan una falta de límites y normas que evitan que el niño se frustre. Los estamos sobreprotegiendo y les estamos robando la oportunidad de que aprendan a lidiar con estas emociones.

Todo este contexto hace que los perfiles parecidos al TDAH sean cada vez más comunes pero eso no quiere decir que haya necesariamente más niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, porque para el diagnóstico serio, se han de cumplir una serie de requisitos o criterios estrictos adicionales a la simple hiperactividad por ejemplo.

Estos son algunos de los supuestos erróneos que suelen pulular por las conversaciones informales habitualmente. Espero haberte ofrecido algo de información útil para derribar esas mentiras, que a base de repetirse en ocasiones terminan por convertirse en verdad.

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