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Cómo ha fallecido la persona influye en el duelo

cementerio flores blancas duelo

Cómo ha fallecido la persona influye en el duelo

La manera en la que ha fallecido una persona, influye en la forma en la que el superviviente afronta las diversas tareas del duelo. Tradicionalmente, las muertes se clasifican según las llamadas categorías NASH (natural, accidente, suicidio y homicidio). A continuación pasaré a detallar algunas de las variables que afectan inequívocamente al afrontamiento y el tratamiento del duelo:

Índice de Contenidos

Proximidad

Una muerte que haya sucedido lejos, puede crear en el superviviente una sensación de irrealidad. El superviviente puede no creerse que la muerte ha tenido lugar. Puede llegar a pensar que su ser querido aún sigue allí, donde sea que es allí, lo que dificulta evidentemente la tarea de duelo.

hombre de rodillas sentado en el suelo

En cuanto a la cuestión de si el hecho de que una persona haya fallecido en casa es positivo o negativo, existen estudios que hallaron que las personas en duelo que habían cuidado del fallecido en casa tenían más problemas psicológicos, añoraban más al fallecido y tenían más dificultades para aceptar la muerte que aquellos cuyo ser querido había fallecido fuera de casa.

Muerte repentina o inesperada

Los supervivientes de muertes repentinas, especialmente si son jóvenes, pasan por momentos más difíciles que si la muerte era previsible.

En caso de muerte natural, mientras más tiempo tiene el superviviente para prever la muerte, mejor es su adaptación. Aunque no es tan importante el tiempo objetivo (semanas, meses, etc.), sino la percepción de esa expectativa.

Muerte violenta o traumática

El impacto de una muerte traumática o violenta, suele desembocar en un duelo complicado o patológico. ¿Qué es lo que hace que esto sea así?

  • Reduce la sensación de eficacia personal del superviviente, ya que este puede llegar a pensar “¿Qué más podría haber hecho yo para impedir que esto sucediera?”
  • Tras una muerte violenta, la percepción del mundo que posee el superviviente se viene abajo. A menudo se pueden llegar a pensar cosas como “Alguien tan bueno no se merecía morir así” o “Me podría haber pasado a mi o a cualquiera, este mundo es realmente cruel”
  • Al superviviente le puede resultar complicado expresar su ira y su culpa si ha estado involucrado de alguna manera en la muerte.
  • Si se desarrolla un Trastorno de Estrés Postraumático (TEP) el proceso de duelo puede llegar a complicarse bastante.

Muertes múltiples

En estos casos en los que hay mas de un fallecido, el superviviente puede verse sobrecargado emocionalmente. Es tanto el dolor y el sufrimiento que afrontar, que le resulta imposible comenzar a elaborar el duelo y dar salida a ese torrente de emociones (angustia, tristeza, ira, culpa, etc.) que lo embargan.

 Muertes evitables

Cuando al superviviente se le pasa por la cabeza que quizás, la muerte podría haberse evitado, la culpa entra en escena. Si a esto le añadimos que frecuentemente, este tipo de muertes suelen estar asociadas a litigios y procesos judiciales prolongados que pueden alargar el proceso de duelo, tenemos todas las papeletas para darnos de bruces con un duelo complicado o patológico.

Muertes ambiguas

Esto por ejemplo ocurrió tras la tragedia del 11 de septiembre de 2001, en el atentado a las torres gemelas. No se encontraron los cuerpos de algunas víctimas, lo que dejó a sus familiares con la esperanza de que podrían aparecer en cualquier momento. Estas pérdidas suelen influir negativamente en el proceso de duelo.

mujer acurrucada bajo una tiritaLos accidentes de avión o los naufragios también entran en esta categoría, donde la imposibilidad de recuperar los cuerpos deja siempre una pequeña puerta abierta a la esperanza.

Muertes estigmatizadas

Las muertes por suicidio o debidas por ejemplo ciertas enfermedades como por ejemplo el virus del SIDA suelen estar estigmatizadas, suelen ser negadas por la sociedad. En estos casos puede que no se hable de la pérdida o que el superviviente no reciba el apoyo social suficiente, lo que puede desembocar en un duelo patológico.

Como habrás podido comprobar son muchas las variables que influyen y median el proceso de duelo. Por eso, como psicólogos debemos prestar atención a estos y otros muchos factores para comenzar a elaborar el duelo de una manera más efectiva y específica.

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