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¿Vives en Ysilandia?

cristobal color habla con un monstruo rojo

¿Vives en Ysilandia?

Vivimos asustados, con un ojo siempre abierto, intentando vislumbrar que nos depara el futuro sin darnos cuenta de que estamos perdiendo de vista nuestro presente.

En las siguientes líneas quizás te veas identificado o quizás no, pero desde luego adquirirás una nueva perspectiva y sobre todo, conciencia de cómo estamos transitando hoy día nuestra vida.

Índice de Contenidos

El País de Ysilandia

Vivimos en Ysilandia, pensando «y si hubiera hecho… me hubiera amado… estudiado… viajado…  sabido… y si España y mi gobierno… y si mi abuela tuviera huevos… pues sería mi abuelo. Pero no tiene huevos; es mi abuela y es lo que hay. Y más me vale que lo acepte.

niña habla con monstruo

Este es el típico ejemplo de cadena de pensamientos que suele estar presente en aquellas personas con Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG).

Las personas con TAG se preocupan por cosas que es improbable que sucedan o que si ocurren son mucho más manejables y menos dramáticas de lo que ellas piensan. Se suele decir que mientras que la ansiedad es un exceso de futuro, la depresión es un exceso de pasado.

Estas personas anticipan eventos negativos, fracasos y equivocaciones y tienden a dar vueltas y más vueltas a las cosas que les preocupan, pero sin ser capaces de alcanzar soluciones y ponerlas en práctica.

Es entonces cuando aparece la respuesta emocional que acompaña a la anticipación aprensiva de un peligro o desgracia futuros: la ansiedad y el miedo.

Miedos

Casi todos nuestros miedos son una reacción anticipatoria a que algo terrible va a ocurrirnos, basándonos en experiencias negativas o en nuestra incapacidad para controlar ciertas situaciones.

encarcelado

En realidad, tus miedos habitan en tu cabeza; no fuera de ella. Si lo piensas, lo verdaderamente aterrador no son las tormentas, una pandemia, la oscuridad o un ataque alienígena, sino como ese miedo te paraliza y te despoja de toda razón.

Cómo se convierte en un obstáculo, en una trampa, en una excusa que te empuja a transitar ciertos atajos para no enfrentarte a nada o a nadie, ni tan siquiera a ti mismo.

Y casi sin querer enfermamos, enfermamos de la cabeza. Nos convertimos en hipocondríacos emocionales deseosos de confirmar nuestras sospechas para así validar nuestras inseguridades y paranoias.

Somos carceleros y prisioneros al mismo tiempo. Somos presos voluntarios que cumplimos condena para no atrevernos a cambiar patrones o a perseguir nuestros sueños.

El miedo suele ser uno de los métodos más efectivos de autosabotaje, la manera más exitosa de vivir una vida a medias. Tu miedo te amarra y te susurra al oído que no vas a poder, que no merece la pena, que tú no eres suficiente…

¿Preocupado yo?

Pero a pesar de todo, seguimos preocupándonos. ¿Por qué? Pues porque, en realidad, preocuparse tiene una función adaptativa al ayudar a prepararse para situaciones problemáticas y resolverlas. Pero también puede convertirse en algo excesivo o desadaptativo. Entonces ¿Cómo saber si nuestras preocupaciones son normales o patológicas?

monstruo habla con personaEn el TAG se distinguen principalmente 3 tipos de creencias sobre las preocupaciones.

“Preocuparse es útil”

Muchos pacientes con TAG sobrestiman la utilidad de sus preocupaciones. Estas son algunos de los pensamientos denominados mágicos o irracionales al respecto.

  • Preocuparse ayuda a descubrir medios de evitar lo que se teme.
  • Preocuparse es un medio eficaz de resolver problemas.
  • Preocuparse motiva a llevar a cabo lo que hay que hacer.
  • Preocuparse preparar para lo peor.
  • Preocuparse puede por si mismo evitar las ocurrencia de consecuencias negativas o hace menos probable que ocurran.
  • Preocuparse ayuda a no pensar en otras cosas más perturbadoras emocionalmente.
  • Preocuparse es un rasgo positivo de personalidad.

“Preocuparse es incontrolable”

Algunas pacientes piensan que no poseen el control sobre sus pensamientos. “Si no controlo mis preocupaciones, terminarán por controlarme” “Cuando comienzo a preocuparme, no puedo parar”.

Entran en un circulo vicioso y comienzan a rumiar. Las rumiaciones son pensamientos obsesivos muy insidiosos en torno a una determinada cuestión que no nos permiten alcanzar una solución.

Le damos vueltas y más vueltas al mismo problema, pero el malestar emocional es tan incapacitante, que nos impide dar con una respuesta.

hombre y monstruo frente a ordenador

Es entonces cuando cualquier mínimo conflicto se torna irresoluble. Podemos tener la solución frente a nosotros, pero nuestra capacidad de concentración esta tan mermada y nuestra atención tan focalizada en las hipotéticas catastróficas consecuencias, que cualquier esfuerzo por llegar a buen puerto es infructífero.

En muchas ocasiones, los pacientes no entienden que no se trata de controlar o suprimir lo que uno piensa (esto es imposible) sino de relacionarse de otro modo con esos pensamientos.

“Preocuparse es peligroso”

En otras ocasiones el paciente puede informar de que teme tener alucinaciones, de volverse esquizofrénico, o loco. Otras personas tienen miedo a desmayarse en mitad de un ataque de ansiedad o incluso a sufrir un infarto cardíaco.

A su vez estos 3 tipos de creencias o preocupaciones suelen estar muy relacionadas con la intolerancia a la incertidumbre. La intolerancia a la incertidumbre es la tendencia general de una persona a considerar inaceptable que un evento negativo pueda ocurrir, aunque la probabilidad de su ocurrencia sea pequeña.

Intolerancia a la incertidumbre

La intolerancia a la incertidumbre es el factor que mejor explica la tendencia a preocuparse excesivamente. ¿Por qué? Pues porque la preocupación excesiva es un intento de reducir la incertidumbre considerando todos los posibles resultados que pueden darse en una situación, con el fin de minimizar la ocurrencia de eventos y emociones negativas.

hombre habla con mujer Por su puesto que a nadie nos gusta la incertidumbre. Si no fuera así, ¿de qué comerían los videntes? Pero la intolerancia a la misma va más allá que esto. Al igual que si tienes alergia al polvo reaccionas con estornudos, toses y lagrimeos, ante pequeñas cantidades de esta sustancia, cuando sufres de intolerancia a la incertidumbre, reaccionas con preocupación y ansiedad excesivas ante pequeñas dosis de incertidumbre.

Si tu amigo Marcelo no te contesta al móvil de camino a su casa para comprobar que ha llegado bien y piensas que lo han secuestrado y que esto es un gran problema porque él no tiene mucho cash y tú tampoco es que seas Amancio Ortega y no vais a poder pagar el rescate, esto es intolerancia a la incertidumbre.

niña con monstruo en la cabeza

Si además estas convencido de que has perdido un tiempo precioso durante el cual sus secuestradores han decidido matarlo y nunca le preguntaste si quería que lo incineraran o que lo enterraran porque eres un PÉSIMO amigo y por eso deberías haber sido tú el secuestrado pero claro, quien va a querer secuestrarte a ti… esto también es intolerancia a la incertidumbre… y también un poquito de exceso de imaginación.

Todos nos ponemos un poquito nerviosos con esto de la incertidumbre. Nadie lo lleva bien. Solo que para algunos de nosotros, resulta realmente molesto;  como una china en el zapato. Algunos aprenden a caminar con ella, pero otros la convierten en una piedra que los lastra al fondo y les impide salir a flote para respirar.

Por eso mismo, nuestra cabecita, que es mucho mas inteligente que nosotros, se ha sacado de la chistera varias estrategias para sobrellevar toda esta ansiedad autogenerada. Son conductas que seguramente lleves a cabo y que utilizas de manera inconsciente para aliviar esa intolerancia a la incertidumbre de la que hablamos. Fundamentalmente son dos tipos de comportamientos:  conductas de evitación y de búsqueda de seguridad.

Conductas de evitación

  • Evitar situaciones que generan incertidumbre: rehuir conversaciones incomodas, no aceptar invitaciones sociales, no querer ver ciertos programas de televisión.
  • Evitar comprometerse totalmente con ciertas cosas: no comprometerse en una relación romántica porque el resultado es incierto, no aceptar un ascenso en el trabajo porque tienes miedo a no cumplir con las expectativas.

pareja charlando

  • Procrastinar: Posponer indefinidamente proyectos de distinta naturaleza. Puede ser una llamada telefónica a tu madre, ir al cine o a un restaurante porque no sabes qué decisión sería la mejor. O empezar a hacer ejercicio o a estudiar esa oposición porque no sabes si el esfuerzo merecerá la pena.

Conductas de seguridad

  • Buscar unan gran cantidad de información antes de proceder con algo: Pasarte media hora arriba y abajo leyendo opiniones en Tripadvisor sobre que restaurante vais a elegir o perder toda una tarde leyendo foros sobre que móvil es mejor: el Samsung A123456 o el Samsung A1234567.
  • Poner en duda una decisión que ya habías tomadohombre sentado frente portatil
  • Volver a comprobar y hacer las cosas otra vez por no estar seguro de haberlas hecho correctamente: como releer por decimoctava vez ese correo que tendrías que haber enviado ayer.
  • Sobreproteger a otros haciendo cosas por ellos: Como hacerle a tu hijo los deberes o hacerle cosas a tu padre o a tu abuela cuando estos son capaces de hacerlo por ellos mismos.

En consulta se suele trabajar la intolerancia a la incertidumbre utilizando varias técnicas. Una de ellas en la exposición conductual que consiste en exponer gradualmente al paciente a situaciones que generan cierta ansiedad sin que llegue a ser desbordante evitando que realice las típicas conductas de evitación o seguridad.

Por ejemplo se puede empezar  por:

  • Llamar de repente a un amigo e invitarle a tomar un café o a ir al cine
  • Elegir un plato desconocido o nuevo en un restaurante.
  • Comprar un regalo para alguien sin haber recorrido media ciudad.
  • Ir a ver una película sin leer la crítica.

Pero sin lugar a dudas el mejor antídoto para enfrentar ese no saber qué va a pasar, es dejar de vivir en el futuro y empezar a vivir en el presente.

adolescente camina

Es lo que  ahora esta de moda y parece que se inventó ayer, aunque lleve formando parte de las terapias psicológicas desde hace décadas. Es el conocido mindfulness. ¿Te suena?

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5 Comentarios
  • Daniel Sauchelli
    Publicado a las 23:05h, 08 septiembre Responder

    Excelente, muy claro……me encantó

    • Antonio Adame
      Publicado a las 10:07h, 09 septiembre Responder

      Muchas gracias por tu comentario Dani. Espero que sigas disfrutando con los artículos que vienen.

  • Raul De Mauro
    Publicado a las 05:07h, 11 septiembre Responder

    Excelente Antonio !!! Para disfrutar y aprender con tus palabras ademas hasta con una fina ironía que te hace pensar 👏👏👏🎁

    • Antonio Adame
      Publicado a las 11:05h, 19 septiembre Responder

      Muchas gracias Raul. Me alegra que te haya gustado el artículo. Espero que los que están por venir también te diviertan. Para eso los escribo.

    • Antonio Adame
      Publicado a las 11:12h, 19 septiembre Responder

      Raul te recomiendo que me sigas en Facebook. Todos los jueves publicaré un articulo.

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